K.Dami Administradora!! <33
Cantidad de envíos : 175 Edad : 32 Localización : bajo tu cama... ten cuidado que muerdo +w+ Fecha de inscripción : 19/12/2008
| Tema: Hechizos... Jue Ene 22, 2009 8:27 am | |
| Enuh... esta es la primera historia de este tipo que escribo {lease: yuri} xD ademas.. cambie mucho mi estilo al escribirla... pss.... normalmente mis escritos son humoristicos... muy diferente a este "proyecto" jeje.. bueno .. ya le paro de palabrería y al grano +w+
Título: Hechizos Género: [Yuri xD] Misterio, Romance, Drama {¿?} Resumen: De repente un movimiento le sorprendió, aquella desconocida empezó a abrir sus ojos, fue ahí cuando cayó bajo un hechizo.. se sintió atrapada por esa embriagante mirada, ojos gatunos de un peculiar tono rojizo... simplemente hermosos, pensó.
"Yo creo que el cielo se cayó y dejó bajo mi cuidado un ángel desprotegido" "no, te equivocas. más bien es como si el infierno se hubiese revelado y haya expulsado a un demonio de su cuidado."
1er Hechizo: Ojos [1-2]
Se vio liberada del hechizo de Morfeo que hasta unos segundos la tenía atrapada. El primer pensamiento que surcó su mente fue un deseo, el mismo deseo que siempre tenía... Pedía hundirse una vez más dentro de esos hermosos carmesíes que poseía por ojos, solo. Esos con los que había estado soñando en lo que duró su letargo.
Forzó sus ojos y recorrió la habitación, apenas iluminada por los rayos de sol que se colaban por entre las cortinas, con la mirada. Buscaba a esa persona responsable de sus múltiples suspiros y ahí la encontró, sentada a un lado viéndole con sus hermosos ojos de inusual color, con una sonrisa que solo a ella le permitía ver.
... el mismo deseo que siempre se cumplía...
Al verse descubierta, su tierna sonrisa se transformó en una burlona, sarcástica. - Hasta que despertaste, pensé que habías muerto – dijo con su voz sensual, pero manteniendo su tono prepotente. Decidió ignorar aquello último, conocía perfectamente la personalidad de su persona amada. - mejor me hecho a dormir, si este ángel seguiría velándome. – dijo sin fuerzas por la pereza de recién haber aterrizado en el mundo de lo conciente. - no digas estupideces – bufó girando ligeramente su rostro, intentando ocultar un sonrojo, que de todas maneras la poca luz cubría.
Notando su actitud, se incorporó de su lecho y acercó su rostro a escasos centímetros del de su amada. - ¿me estabas esperando? – preguntó sin poder ocultar una sonrisa de felicidad. Después de todo, ¿qué más podía pedir?, era feliz con solo verla a ella y más tras ser su único deseo tras despertar. - no te creas.. – le respondió en un bufido aún algo avergonzada – yo solo ... – su frase quedó en el aire, interrumpida por labios ájenos que se posaron sobre los suyos propios, en un tierno beso que solo expresaba amor. - buenos días – le sonrió y volvió a besarla. Decidió no pensarlo más y solo se entregó a aquella caricia.
Tan feliz estaba junto a su amada, que no pudo evitar recordar el día en el que vio por primera vez esos hermosos ojos carmesíes.
+*****+
Era una tarde lluviosa, no se veía ni una sola alma en las calles, a nadie, más que a una joven muchacha corriendo empapada bajo la lluvia, en dirección a su hogar y tratando de cubrir su cabeza con su manos y su maletín.
Fue en su carrera por escapar de la lluvia que pasó por un callejón, algo ahí le llamó su atención y le hizo detenerse a investigar. - “¿será un gatito?, ¿acaso un perrito herido o hambriento?” – se preguntó mentalmente mientras se acercaba sin miedo y con decisión. Pero lo que vio salía de sus expectativas y la dejó sin aliento: una muchacha.
En un primer momento pensó en alejarse, pero notó que esa chica estaba herida e inconsciente. Cuando se acercó para confirmar su estado notó la belleza de su rostro, se sonrojó levemente, pero aún así se acercó un poco más y si, sus sospechas eran correctas, estaba inconsciente, tomó su pulso para asegurarse de otra duda. - si esta viva... – susurró suave, aliviada. De repente un movimiento le sorprendió, aquella desconocida empezó a abrir sus ojos, fue ahí cuando cayó bajo un hechizo.. se sintió atrapada por esa embriagante mirada, ojos gatunos de un peculiar tono rojizo... simplemente hermosos, pensó.
En lo que duraban sus cavilaciones la desconocida rodeó su cuello y sin aviso alguno le robó un beso. Fue tan grande su sorpresa que no pudo reaccionar hasta que sintió un punzante dolor en su labio inferior. Aquella chica le había mordido, con su diente que parecía una afilada navaja, y bebía la sangre que se derramaba. - qué..qué.. ¡déjame! – por fin su cuerpo respondió y con fuerza separó esa tentación: sus labios y se alejó de esa extraña, con sus mejillas sonrojadas y la respiración algo agitada.
Una sonrisa se formó en su cansada expresión y con una débil voz dijo: - ¿amor a primera vista? – y volvió a cerrar sus ojos, en un profundo sueño, dejándose a merced de Morfeo. - ¿quién es esta chica? – dijo pasando sus dedos por sus labios, aún sintiendo el dolor en la herida, pero por sobretodo el exquisito tacto de esos labios. Se sonrojó ante aquel recuerdo y dirigió su mirada hacia la inconsciente chica, por más que no le haya gustado eso que hizo no podía dejarla aquí a su suerte y además llovía... había olvidado por completo la lluvia, ambos cuerpos estaban completamente empapados.
Sin pensárselo mucho levantó a aquella muchacha, pasando uno de sus brazos por su hombro y tomándola de la cintura, descubriendo que era bastante ligera, lo suficiente como para poder llevarla hasta su casa sin mayores problemas.
No se dio cuenta cuando ya se encontraba frente a la puerta de su apartamento, se sentía tan a gusto el tener su cuerpo pegado al otro que el camino le había parecido tan corto. Con algo de dificultad buscó sus llaves en su maletín, cuidando que su “huésped” no se le cayera. Abrió la puerta de su hogar y se adentró con algo de dificultad, ambas derramaban agua de sus vestimentas y dejaban un camino de agua por donde pasaban. Sin importarle dejarlo todo mojado dejó a su huésped recostada en su sillón mientras que iba por unas toallas para secarse.
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Ya no sentía las frías gotas de agua caer sobre su cuerpo; ya no sentía el helado viento que azotaba sin compasión su cuerpo, ya no sentía la soledad de hace unos momentos.
Lo primero que sintió fue un suave tacto bajo su cuerpo, abrió con dificultad sus ojos, por lo que no estaban acostumbrados a la luz que los golpeó. Se incorporó y paseó su vista por todo el lugar, no recordaba haber estado alguna ves ahí, ni tampoco recordaba en lo absoluto como es que había llegado hasta aquí, antes que pueda seguir haciéndose preguntas su anfitriona apareció. - Parece que ya estás mejor – le dice con una sonrisa que la dejó sin habla, ¿cómo podía sonreírle de esa manera? ¿¡Y a ella!?. – toma – le ofreció una toalla. Asintió sin quitarle la vista de encima y tomó la toalla.
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Se sentía rara, algo en aquella extraña le atraía bastante, además ¿¡Quién en su sano juicio llevaría a una completa extraña a su casa!? Definitivamente algo malo pasaba con ella. Además, ¿por qué sonreía de esa manera apenas le veía el rostro? Demasiadas preguntas para tan pocas respuestas.
- y... por cierto, ¿cómo te llamas? Si estás en mi casa por lo menos déjame saber tu nombre – preguntó para romper el silencio que se había formado, pero también en parte porque le interesaba bastante saber su nombre, en realidad. Sonrió de medio lado y con un tono de superioridad, que apenas se noto por su debilidad le respondió. - para preguntarle su nombre a alguien primero tienes que decir el tuyo - le respondió con una contra sin mostrar expresión alguna. - perdón, mi error – se disculpó. – mi nombre es Cassandra Hoodchild, Cassa para abreviar – se presenta haciendo una mini reverencia con su cabeza. - ¿eres inglesa? – le pregunta algo dudosa. - mis abuelos lo fueron, y bueno, ¿ya me dirás tu nombre? - - Ran, Akatsuki Ran – respondió simplemente con una débil voz. Cassa soltó una leve risita. - ¿en que momento conté un chiste que no me di cuenta? - - disculpa, no pude evitar reír no es que tu nombre sea gracioso, pero parece el nombre de algún personaje de anime – dice cubriéndose la boca con su puño tratando de evitar más risas. Ran rueda los ojos y suspira. - ni que lo digas... – sonríe levemente. - ¡¡¡ah!!! – grita señalando su rostro. -¿qué pasa? – le pregunta algo confusa. - sonreíste – dice sonriendo. Hace ademán de ignorarla y vuelve a cerrar los ojos cansada. - ¡espera! – le toma el hombro – no te duermas aún, todavía estás mojada primero toma un baño caliente y cámbiate de ropas – le jala del brazo y le hace sentarse. - ¿ por qué te preocupas tanto por una extraña? – le pregunta volteando a verle el rostro. – “además es imposible enfermarme” – piensa. - porque me necesitas – fue su simple respuesta, pero bastó para dejar sin palabras a la otra y hacer que simplemente acceda a su petición. - está bien – asiente- muchas gracias.. – dice desviando la mirada.
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toire-san Senpai
Cantidad de envíos : 231 Edad : 34 Localización : NO SE DONDE ME ENCUENTRO Humor : SIENPRE ESTOY DE HUMOR^^° Fecha de inscripción : 22/12/2008
| Tema: Re: Hechizos... Vie Ene 23, 2009 8:51 pm | |
| mmmmmmmmmmmmmmmmmm tienes talento jeje^^ sip me gusto espero que la continues pronto | |
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